Esta soy yo.


"Un montón de letras que formaron un diario cuando aquellos libritos alguna vez se usaron. Una carpeta repleta archivos guardados en un rincón de computador esperando un lugar expuesto al mundo. Un espacio donde dejar al aire las palabras atrapadas en una mente en constante ebullición. Muchos temas un solo espiritu, el mio."

lunes, 30 de noviembre de 2015

Reencuentros

Hoy facebook me levantó con recuerdos desde hace 7 años. noviembre 30 2008 Country Internacional. 20 años de graduados. Una fiesta fantástica. Recordarla  me transportó a todo lo vivido para volver a reunir a 97 gatos que nos graduamos juntos en el 88. Fue una tarea imposible pero mi grupo de amigos la asumio y la hicimos realidad. Los preámbulos sacaron lo mejor de nosotros, y lo peor. Cada día anterior a ese evento durante los 12 meses previos fueron una hazaña. Nos puso a prueba esa fiesta. Ese mismo año había muerto una de mis mejores amigas de infancia y adolescencia. Noru. Casi que no me meto en la organizacion. A ella no le hubiera gustado. Hoy estamos, mañana no. Es la vida. Su recuerdo adornó la noche de estrellas del 2008.

5 años despues, a nuestra celebracion del 2013 faltaria nuestro querido Nino, apodado El caballero. La organización se aletargo varios meses. No nos recuperabamos de esa pérdida. Fue tan de repente como un aguacero que no te esperas. No teníamos ni ganas, ni espíritu para celebrar, nosotros que estabamos de luto. Nuevamente nos reunimos, fue un homenaje a los que ya no estaban. Solo con vernos se honra a los ausentes. Solo con abrazarnos y compartir unas  horas que corren implacables, presurosas, sin detenerse un instante se homenajea a los que no se encuentran. Porque los reencuentros tienen el poder asombroso, de sanar heridas, de consolar, de alegrar un corazon triste. Los encuentros de amigos, de familia, de colegio, de trabajo, ex compañeros, son bálsamos curativos para las tristezas.

Cuando desde mañana comienzan oficialmente las fiestas decembrinas y nos preparamos para reencontrarnos con aquellos que no hemos visto en meses o en años, recordemos siempre que esas reuniones honran la amistad, la fraternidad, el amor, camaradería y sobre todo son homenajes tácitos para aquellos que no llegaron por esta vez, o que jamás lo harán.

Soy Pamela Cruz escribiendo hoy 30 de noviembre para todos aquellos que se sienten tristes y acongojados y creen que no soportarán volverse a ver con nadie, o no tienen motivo para hacerlo. Se equivocan. Este, precisamente, es el remedio para la tristeza.

domingo, 22 de noviembre de 2015

Bomba de Tiempo

Hoy apenas comenzó la navidad en mi oficina. La veo lenta, no como en años anteriores. Este año, literalmente le tengo pavor a la navidad. Los gastos en luz me tienen aterrada sin arbolito.  Ahora con luces, no quiero ni imaginar el recibo de enero. El alza de luz, obra del gobierno nacional, me recuerda otras alzas que pagamos los ciudadanos de carro o de a pie. Dizque quieren evitar los apagones de la década del 90, cuando me tocó salir con linterna a coger bus una hora antes de la hora natural por cuenta de los racionamientos de Gaviria. Recuerdo tambien el alza del 2 x 1000, impuesto por no recuerdo quien para salvar al país del barranco y que finalmente, salvaría a los bancos que hoy nos "deducen" miles de millones, cada vez que alguien osa pedir sus servicios. Era algo transitorio, ese impuesto. Recuerdo el mismo 3x1000 transformado en un 4 x 1000. Quedo permanente. Ahora los bancos reportan ganacias enormes y los ahorradores se lloramos por los míseros rendimientos bancarios. Recuerdo el impuesto de estabilidad de la gasolina que nos amortiguaría las fluctuaciones del mercado, y aún cuando el precio afuera baja,  aqui solo sube.

En estos dias conocí una chica venezolana  hija de padres colombianos que se vino a vivir a Medellín. Su situación se hizo insostenible en Venezuela, otroa ejemplo de desarrollo y prosperidad de la región. Claro, de eso hace años, muchos años, cuando los colombianos se iban a trabajar a Venezuela y era un buen vividero. Llegó a Colombia reclamando su ciudadanía colombiana, llegó contando la desgracia que es vivir en un país destruido por la corrupción,  por un gobierno ingobernable, por un pueblo que no entiende y que ya es dificil de encauzar. Recuerdo entonces las razones que llevaron al Chavismo al poder: una poblacion que votó en contra de una corrupcion de líderes de esos que tenemos aquí, de una opresion tributaria y una desigualdad increibles. 

Cuando veo las noticias que se cuelan en mis redes, porque ya no me interesa leerlas, y encuentro que los honorables senadores que nos deben defender nos venden, que los senadores instalados en el congreso saltan como canguros detras de sus intereses personales, cuando veo que anunciamos con bombos y platillos la  firma de contratos para arreglar una vía destruida hace más de 12 años por un construtor que luego se volvió alcalde, repetirá el cargo y que del bolsillo público se reparará su "error", cuando veo pasearse por esta ciudad a una cantidad de personas ostentando lo que los ricos, ricos no harían, contratistas del estado que cobran  millones, que nos abanican sus excéntricos activos, apoderándose de las obras públicas, de las cámaras, de los semáforos, de los contratos de desayunos escolares, cobrando el doble, mientras reciben venías y homenajes, siento que esta ciudad esta viviendo una verdadera bomba de tiempo

Si esta realidad que me golpea día a día se replica en cada región de este país, el menor de nuestros problemas será el día que la guerrilla se acabe. Porque, luego de firmar esa paz que nadie quiere, no habrá más noticia que ocupe los diarios que la realidad corrupta de un país donde los que pueden,  roban y los que pagan, se van llenando de rabia. Y Dios nos ampare ese día, cuando llegue aquel que alborote una masa aburrida de pagar los abusos de los que están arriba. Ese día nos flajeraremos tratando de comprender, como llegamos hasta ese extremo.

Soy Pamela Cruz escribiendo hoy 21 de noviembre, mientras me invento una decoracion adaptada a esta realidad que nos alcanza.


domingo, 15 de noviembre de 2015

Tiempos difíciles

Como Colombiana he sido expuesta a la violencia desde siempre. Nuestros noticieros siempre han mostrado la cruda realidad que nos rodea. Nos inyectaron indiferencia ante la barbarie desde pequeños. Mi niñez estuvo adobada con las nocturnas noticias donde detallaban las matanzas del Magdalena Medio o las masacres de los paracos o de la guerrilla, la masacre de Bojayá, la toma del Palacio. Nos condicionaron a seguir adelante y dejar atrás la desgracia del día, porque en nuestra larga historia de violencia, las tragedias nos superan en muertos. Esas han sido las noticias diarias de mi vida, desde que tengo memoria. Tanto que en el 95 cuando me fui a España, me burlaba de las noticias de la tele porque parecían frios y patéticos magazines de farándula. Mundos distintos. Realidades distintas.

Vivimos días dificiles. Los de arriba, esa pequeña elite que dirige al mundo desde hace siglos, nos tiene metidos en un rollete enorme por cuenta de las diferencias promovidas durante siglos, para hacernos sentir especiales unos de otros y como consecuencia, diferentes todos de todos, al punto de matarnos por politica,  religion, sexo, tierras, poder. Las redes se encuentran llenas de mensajes que unifican el repudio pero critican el silencio ante matanzas distintas. Se critica la simpatía por una bandera, se bloquean amigos de años porque otros creen ridículo indignarse por las muertes de otros y no por las propias. En los chats se viven momentos de tensión porque la emoción genera comentarios apresurados, alguien advierte entre indignado y ofuscado que no todos los musulmanes son terroristas. "Ey soy uno de ellos y no soy malo".  Nos están enfrentando. Y no nos estamos dando cuenta. Nos estan obligando a repudiarnos. Nos estan obligando a tomar partido.

Esto no se trata de Paris. No es su gente. No es su política. No es la ciudad. No es el país. Es lo que significa para el mundo. Paris es un símbolo: símbolo de resistencia, de libertad, de democracia, de cordura. Si Paris enloquece, todo termina.

No permitamos que la locura nos arrastre, contra el deseo absurdo de los que quieren vernos sucumbir ante el odio. Es el momento de mantener la fe, la fe en el otro sin importar su color, el pasado político de sus antepasados, sin importar la religión que profesa, ni el Dios en el que crea. Hay que mantener la fe por la única razón importante: porque es un ser humano.  Si permitimos que un miligramo de odio se incruste en nuestros corazones, contra un igual, poco a poco irá segando esa luz que nos separa de los viles que quieren que odiemos como ellos. Y los viles, señores son muchos y estan en todos lados.  Esto es Maldad Vs Mundo. No hay más, no hay menos.

Soy Pamela Cruz, escribiendo desde mi pequeño refugio hoy 15 de noviembre mientras pido al cielo por los muertos de todos los rincones de la tierra, por la ciudad Luz y pido por luz en nosotros, para derrotar esa oscuridad que pretende instalarse en la tierra. 

domingo, 8 de noviembre de 2015

Minorías

Hace un par de semanas estaba celebrando el dia del amor y amistad. Eramos dos parejas. Llegamos al restaurante, preguntamos por la oferta de coctel gratis que habia en ese momento y la mesera nos respondió que sólo era para parejas. Quedé en silencio un par de segundos hasta que uno de ellos en tono tranquilo y gracioso le respondió "por eso señorita traiga cocteles que somos 2 parejas las que estamos sentadas en la mesa". Yo estaba furiosa y atónita, sin embargo, ellos lo tomaron con calma y nos dijeron "fresca, con eso lidiamos siempre". La otra pareja era homosexual.

Hace unos 5 años entré a un almacén de vestidos  de baño con una amiga. No bien habiamos ingresado, la vendedora nos advirtió "Aqui las tallas llegan hasta diez", mirando a mi amiga. Nos marchamos y yo tenía una mezcla de furia, rabia y vergüenza. Entramos a otro almacén, donde no solo jamás hicieron el menor comentario sobre las medidas de ella sino que nos mostraron una amplia gama de vestidos de baños y comprobé entusiasmada que disponían de tallas desde la 6 hasta la de mi amiga en el mismo modelo. Ese dia me enteré que habian almacenes "para tallas grandes".

Desde hace un par de meses, me llegan ofertas de trabajo interesantisimas, muchas  con una caracteristica particular, "edad menores de 35 años". Sin querer, ya soy de la minoría laboral.

Yo soy de la minoria. Desde que nací tengo, a los ojos de los de entonces, un terrible defecto congenito: Soy zurda. Desde que tengo memoria sentí que era diferente y que adaptarme a un mundo de diestros seria una odisea. Mis padres temerosos de los daños irreparables que me ocasionaría esta condición consultaron con la inolvidable maestra americanista Angelina de Martinez y ella les dió paciente cátedra y los ubicó. Pero mi vida no ha sido facil. manejar carro diestro, tijeras diestras, sillas escolares para diestros. Hasta mi lado de la cama es el contrario al mio. Y sobre todo en mi niñez, el estigma de los zurdos, los atravesados, los cables cruzados, los raros, los de malas.

Tengo amigos en las minorías que son bajos, mas bajos que el promedio, y se sentieron bichos raros hasta que encontraron su lugar en el mundo y su sola inteligencia los hizo ganarse el respeto de todos. Tengo amigas en la minoria de los que no manejan. Se frustran terrible porque ellos se tildan de brutos en una habilidad que no han podido dominar.

Vivimos en una sociedad intolerante donde la mayoría se angustia de las victorias de la minoria. No consideran un desajuste en su "aparente" mundo perfecto donde tengan cabida otros matices, otras estaturas, otros colores. Como en la época de segregacion racial en USA, como en la época en la que a los ojos de Hitler no merecían vivir,  ni los gitanos, ni los homosexuales, ni los comunistas, ni los judios, como en estos tiempos aciagos cuando matan al que profesa la fe, tan actual como cuando mataban cristianos porque no los concebían en el mismo mundo de los paganos. La mayoría siempre tendrá razones para justificar acciones extremas,  cuando no encuentre quien acompañe  su pensamiento.

El estar de acuerdo o no con el fallo no es relevante en este caso, lo relevante es que se estan dando pasos importantes para llevar a las minorías al nivel de los demás, porque desde hace muchos años se esta proclamando a los 4 vientos que todos seres humanos se supone somos iguales y desde que tengo memoria lo unico que la mayoria ha hecho es tratar de aplastar a las minoría, sin revisar si adentro de sus puertas, entre sus padres, hermanos, sobrinos, tios se encuentra alguno de esa minoria que tanto desprecian.

Soy Pamela Cruz, escribiendo hoy 8 de Noviembre desde la esquina que solo recuerda a ese Jesús que decía "el que este libre de pecado" y eso incluye al que quemó libros en Colombia cuando estallaba la 2 guerra,  "que tire la primera piedra".

domingo, 1 de noviembre de 2015

1 Noche de Halloween y 364 dias de demonios sueltos

Pedí dulces hasta los 17, creo. Recuerdo el combo aquel que se conformaba de la unión temporal de varios pelaos provenientes de 10 cuadras a la redonda unidos en el transcurrir de la noche fortaleciendo su canto al punto que era imperioso darnos algo de comer, so pena de ser expuestos con gritos ensordecedores entre los vecinos por tacaños declarados. Esta práctica anual no me convirtió a ninguna secta, ni llegamos a adorar al diablo, ni algo similar. Simplemente salíamos a buscar un calórico botín, llegabamos a casa con la adrenalina a mil, inspeccionabamos y guardabamos dulces durante el siguiente mes, comiendolos poco a poco como los piratas cuyo tesoro acarician y vigilan a diario. Hacíamos inventario permanente y cada hermana guardaba su bolsa o calabaza marcada y con señales para detectar intromisión de manos ajenas.

Tuve un bache generacional. En la U nunca lo celebré. Era fiesta para niños y yo estaba grande. Cuando la maternidad me llevó de nuevo a recordar mi niñez, me encontré con una generacion de niños sometidos a la presión de ángeles y demonios. Las iglesias emprendieron la cruzada del siglo 21 contra una tradición que, por cuenta de toda la divulgación de sus paganos orígenes me vine a enterar, tambien fue promovida por la iglesia en un lejano tiempo. Los abuelos de mi hijo lo llevaban a la iglesia para evitar la contaminación con el mundo de los brujos y demonios que salían cada 31. Yo en mi clara rebelión contra esta tonteria lo paseaba  y disfrazaba de lo que me diera la gana. Yo no viví una noche de demonios en mi niñez y traté que el mío en su niñez la viviera igual o similar, aunque con tanto edificio es bastante complicado y nada productivo pedir.

La pobre fiesta de los niños está rodeada de los temores de demonios, brujas, seres del inframundo que llegan a este en esa noche, y eso nos evita pensar en los verdaderos brujos, brujas, monstruos y demonios que pueden estar caminando de día. Si, en esos que nos rodean en las escuelas, en la oficina, en la calle, en los puestos públicos en el lugar donde vivimos y que pueden convertir tu día en una pesadilla. En esos que se pasean en el congreso, en el concejo, en las asambleas. En esos que se encuentran al acecho a la salida de los bamcos o a la espera de un semáforo en rojo y un carro para robar.  En esos seres que sacan lo peor de ti. Esos seres que tienen máscaras de corderos pero que son lobos sangrientos esperando el mejor momento para atacar. Si, el mundo está lleno de ellos y lo que deberiamos enseñarle a nuestros hijos, en lugar de estar pendejeando con una noche del año cuando el resto de las 364 dias y noches del año, quedan indefensos, es a identificarlos, a crear sus propias barreras protectoras, a evadirlos, a combatirlos para disminuir ese poder que puedan llegar a creer que tienen.

Soy Pamela Cruz escribiendo hoy 1 de noviembre reflexionando sobre las incongruencias de forma y fondo de esta loca sociedad que se va por las ramas, porque le teme al tronco.