Esta soy yo.


"Un montón de letras que formaron un diario cuando aquellos libritos alguna vez se usaron. Una carpeta repleta archivos guardados en un rincón de computador esperando un lugar expuesto al mundo. Un espacio donde dejar al aire las palabras atrapadas en una mente en constante ebullición. Muchos temas un solo espiritu, el mio."

sábado, 1 de septiembre de 2018

Déjate Atrapar!!!

He tenido unas semanas muy duras. Imagino que cada uno está igual o peor que yo. Cosas propias de la adultez, me imagino. Adultez... Me da risa que aun hablo como si acabara de llegar a los 46, y no hubiera pasado 30 años llegando cada día donde estoy. En fin. Anoche, que tuve un día de esos "para recoger con cuchara", terminamos acostados en familia viendo una película: TAG. Con un típico título gringo nada prometedor, auguré un sueño inminente que no llegó. 

La película gira en torno a un grupo de amigos que cada mayo se reúne para jugar a lo que en nuestra niñez sería algo como así "La lleva". Recuerdo cuando la jugaba. Era agotador y requería de un gran estado físico para atrapar al otro o no dejarse tocar del otro. Bueno, imagínense a esos 5 hombres 30 años después haciendo tonterías mayúsculas durante un mes completo, en mayo, para honrar su juego de infancia. La trama se centra particularmente en el reto que supone atrapar al único escurridizo de los 5 que jamás ha sido "atrapado". 

Viendo TAG he recordado la inexplicable emoción que me embarga cada 5 años, cuando se acerca la fecha de verme con mis amigos del colegio. El tiempo pasa tan rápido, y tan lento a la vez. Quisiera creer que cada quinquenio emociona a los demás, tanto como a mí. "Es tan poco el tiempo. Y tan largo el olvido", como dice el poema. Son 6 horas cada 5 años. Nos reunimos con compañeros que tenemos, a veces, 30 años sin ver. Algunos no se reconocen entre sí. Otros se tumban de la emoción al verse. Todos, sin excepción, somos sobrevivientes del tiempo, que pasa por nosotros haciendo de las suyas. Moviéndonos a su antojo, sin piedad.

Cada año parece más difícil reunirnos. La vida nos envuelve en una telaraña de enredos sin motivo. Compromisos, complicaciones. Azares del día a día. 

A veces deseamos y no podemos. 
A veces podemos y no deseamos. 
A veces el brillo se va extinguiendo. 
A veces olvidamos cómo alumbramos. 
A veces no creemos que alumbramos.
A veces no le encontramos sentido. 

Hacemos un esfuerzo increíble. Nos cansamos. Nos desanimamos. Nos alegramos. Todo en una misma semana. 

A veces quisiéramos salir corriendo. 
A veces quisiéramos abandonarlo. 
A veces sentimos que no podremos. 
A veces sentimos que a nadie le importa. 

Y es precisamente en esos momentos y sentimos que hace mella el desanimo, cuando sucede lo inesperado: Un mensaje desconocido diciendo que confirma su asistencia. 
Una mamá mensajera que trae la cuota de su hija. Una llamada. Un vídeo. Un esposo que acompaña a una de nosotras que cobra. 

Y eso nos da esperanza. Nos encarrila, nos ilumina. Nos Impulsa. 

Porque si hay algo de lo que estoy segura es que no podemos hacer verdad lo que decía el poeta: 



Quiero creer que esa noche, en diciembre, cuando los astros se alinean cada 5 años, le hacemos pistola al tiempo. Como en esas películas de cine, cuando la magia aparece y todo es perfecto. Durante un tiempo, la magia es una noche de música, baile, risa, llanto. Rogando en silencio que tiempo no pase. Que el sol no salga, que alguien preste su casa para seguir arrancando en las pocas horas que nos quedan, nuevas historias de otros, o excavar de los huecos de la memoria recuerdos esquivos, perdidos en el tiempo.

Quiero creer que aun nuestro espiritu se mantiene joven... que esas 6 horas en diciembre es nuestra excusa para mantenernos unidos, mantener los recuerdos, y crear unos nuevos. En un mundo que solo vive de lo que no tiene... sentir que nos tenemos los unos a los otros, es un tesoro. Es un regalo. Es un legado. 

Soy Pamela Cruz, escribiendo hoy 1 de septiembre a 90 días de nuestra cita... invitando a aquellos que se escabullen, a dejarse atrapar por unas horas, ahora cuando nos queda tiempo.